lunes, 24 de junio de 2013

Refritos

No es nuevo para nadie el que los guionistas americanos, tanto los de películas como los de series de televisión, utilicen como inspiración libros, comics, leyendas y cualquier idea peregrina que les surja cuando están en el trono.

También es viejo el que la aparición de una nueva película de éxito provoca que otros directores y productoras de menos calidad, éxito y presupuesto hagan películas con una gran similitud, por aquello de que a los espectadores que les ha sabido a poco la original, consuman estos refritos. (En ese apartado entran películas pornográficas con títulos curiosos como poco y ningún parecido guionístico con el original). Una curiosa variante de este aprovechamiento de la fama de la película original lo hace Antena 3, que cuando se va a estrenar una película de éxito en el cine, por ejemplo Titanic, búsca rápidamente en su archivo otra película similar pero mucho más antigua y la reprograma para que más de un inocente televidente se crea que es la misma.

Pero la columna de hoy no se basa en estos últimos casos, ni en los periodistas que emplean los libros, revistas, comics, videojuegos, etc. como fuente de inspiración, sino en los guionistas de series de televisión que utilizan otras series de éxito como fuente de inspiración. Naturalmente no son iguales, a fin de cuentas a los guionistas se les paga por tener imaginación, pero hay que destacar que no puede ser una coincidencia el que haya varias series de televisión en las que un personaje prestigioso por una u otra razón sea un colaborador con la policia con mucha libertad de acción, incluso les acompaña en detenciones (algo que nunca pasaría en la realidad) y además siempre surge un rollo sentimental entre un policía y este investigador. Así tenemos Bones, El Mentalista, Castle... y la verdad es que no se cual fue el primero, pero el parecido es claro.

Ahora se han añadido dos nuevas series que he de reconocer que me han gustado pero que han supuesto un rizar el rizo en el apartado de usar el tema de otras series. La primera es perception y trata de un profesor de universidad biólogo que colabora con una chica del FBI (por eso de la tensión sexual entre ellos), un argumento ya conocido, pero además este hombre es esquizofrénico y en muchos episódios adopta posturas y acciones que en cierto modo me recuerdan a un antiguo conocido: House, hasta llegar al punto de que en el episodio 9 de la primera temporada pide que le ingresen en un hospital siquiátrico como le paso a nuestro viejo conocido, el borde de Gregory House.

Pero para borde imitador nadie como el Sherlock Holmes de la serie Elementary, que agrupa diversos "inspiraciones" juntas: colabora con la policia, tiene tensión sexual (en este caso con Watson que es mujer), imite la bordería de House por aquello de que el tratar a la gente como si fueran basura atrae espectadores, es ex-drogadicto como aquel y además emplea la misma estratagema que la serie Sherlock de la BBC inglesa, plantea que nunca existieron los libros de Arthur Connan Doyle y por tanto a nadie le llama la atención el nombre de Sherlock Holmes.

Pero pensándolo bien, esto de rizar el rizo ya viene de antiguo, al final Bones además de colaborar con la policia y tener tensión sexual con el agente del FBI realizaba investigaciones científicas muy similares a las de CSI.

Lo que en resumen viene a indicar que nos tragamos lo que nos echen y que la creatividad es una materia mucho más escasa de lo que podríamos pensar.

 

domingo, 2 de junio de 2013

Emigración y emigración

En los años sesenta mis padres no tuvieron que emigrar. Afortunadamente mi padre, de orígenes humildes y pueblerinos –Daimiel para ser exactos– logró sacarse una oposición a la banca y convertirse en empleado del Banco Hispano Americano primero y del Banco de España después, lo que nos permitió vivir de forma desahogada.

Pero tengo amigos/as cuyos padres si tuvieron que emigrar a Suiza, y trabajar allí duro para salir adelante.

Era gente relativamente joven, recien casados muchos que, como los padres de mis amigos, tuvieron a sus hijos en el extranjero y les inscribieron en el consulado español para que sus hijos también fueran ciudadanos de nuestro país.

Ahora aparentemente estamos sufriendo el mismo efecto, una gran parte de nuestra juventud está emigrando al extranjero y muchos prohombres de nuestro país se atreven a comparar esta emigración con aquella de los años sesenta y piensan que al igual que aquella logró traer un dinero para hacer progresar a nuestro país, esta nueva ola de emigrantes hara lo mismo y sacará a España de la crisis del déficit y del Euro.

Pero creo que se equivocan (como se han equivocado como tantas otras veces) por varias razones.

En primer lugar la gente que emigró en los sesenta era mayoritariamente de nivel bajo de estudios, proporcionamos a Europa un gran número de albañiles, recolectores de fruta y mecánicos, mientras que una clase social con estudios (se decía así) se quedaba en España y creaba industria y progreso (con mayor o menor corrupción). Ahora mismo es esa clase formada la que está emigrando, Europa, América y Asia necesitan ingenieros. Por desgracia los paises del extremo oriente como China o Vietnam ofrecen obreros mucho más baratos que los españoles, así que nuestra clase obrera no puede emigrar, se tienen que quedar en España cobrando el paro y cuando se acabe... a tirar de los abuelos hasta que el estado no tenga para pagar las pensiones.

Pero mucho más preocupante, por si esto no fuera preocupante de por si, son los objetivos de estos nuevos emigrantes. La gran mayoría de ellos no piensan en irse de forma temporal, han entendido que España no tiene futuro para ellos en el corto, pero tampoco en el medio plazo y ven su país de destino como como su residencia permanente. Por ejemplo hace poco tiempo en un viaje a Dublín coincidi con un español que volvía a aquel país; se trataba de un especialista informático de soporte que había emigrado muy al principio de la crisis, ahora ya estaba establecido, había conocido a una irlandesa, se había casado y cuando volvía a España lo hacía para visitar a su familia, no pensando en volver. De esta forma el objetivo de nuestros gobernantes de que estos emigrantes se conviertan en una fuente de ingresos tampoco se cumple, ya que se los quedan para construir su futuro en dicho país.

Mentiría si dijera que tengo la solución mágica para salir de la crisis, pero a fin de cuentas soy un ingeniero y de lo que trabajo y por lo que me piden responsabilidades es por hacer proyectos telecomunicaciones, pero lo que me quema la sangre es que personas que se han presentado a las elecciones reconozcan que no saben plantear soluciones, o las que plantean son absolutos fiascos demostrados, porque a ellos si se les paga para buscar soluciones, pero parece que al contrario que en mi trabajo, en el que se me exige una responsabilidad en mis proyectos, a ellos no les pasa nada por malgastar (unos y otros) el dinero de los contribuyentes, contribuir al analfabetismo nacional, aceptar la corrupción y taparla de las formas mas burdas que se conocen y tantas otras barbaridades como la que me ha hecho escribir esta columna, enorgullerse de que las personas que realmente podrían hacer avanzar en este país se vayan para no volver.