miércoles, 11 de diciembre de 2013

Comprar música: una acción heroica

Comprar música hoy en día es una ación heroica, y no lo digo porque el descargársela sea algo muy fácil y si te quieres comprar un disco lo hagas por convencimiento, sino porque es realmente muy difícil.


No me refiero a los diez o veinte discos superventas que nos quieren colocar si o si (y normalmente de música que a mi no me dice nada, por expresarlo finamente), sino a si queremos algo más especial.


En mi caso se trataba del disco Divazz de la artista Patricia Krauss, hija del conocido cantante de opera. El disco puedo encontrarlo en formato MP3 en iTunes y Amazon, pero me gusta más la versión CD por varias razones:


- La primera que soy un nostálgico y me gustan esas cosas antiguas (también tengo 500 discos de vinilo que escucho de vez en cuando).


- Además el MP3 siempre tiene pérdida de calidad, mucha o poca (en realidad poca) pero tiene pérdida y aunque seguramente no soy capaz de oírla,prefiero la fuente original.


- Por último ya me he encontrado ante la situación de comprar algún disco en MP3 en iTunes y descubrir que lo he perdido entre cambios de un ordenador a otro, actualizaciones y otras gaitas, además del hecho de que mis hijos no podrán heredar mis compras digitales (si las tengo en el ordenador, si, pero si se borran no podrán volver a descargarlas) mientras que un CD físico es más fácil de heredar.


Así pues me fuí a algo que yo creía aparentemente sencillo: comprar el disco físico tal como quieren las discográficas, el gobierno y, porque no decirlo, me lo pide el cuerpo.


Primer intento: FNAC de Gran Plaza 2 el famoso viernes negro. El disco no le tienen ni le esperan. Me lo pueden pedir y llegará en algún momento del futuro. Dado que no vivo cerca, es una opción que no me interesa. Otra posibilidad es ir al FNAC de Callao que según el ordenador, tienen uno. No me apetece meterme en Madrid (y Callao menos) un viernes por la tarde.


Segundo intento: MediaMarkt de Majadahonda. Tampoco lo tienen y me dicen que lo piden para tenerlo en stock.A lo mejor me paso algún día (tampoco me pilla al lado de casa) por si lo han recibido.


Tercer intento: El pasado domingo en el Hipercor de Pozuelo. ¿Adivináis lo que pasa? Tampoco lo tienen. Miran en el ordenador y me dicen que en el Corte Ingles de Princesa tienen uno (También hay uno en el de Castellana).


Tercer intento bis: Como no tengo nada mejor que hacer (sarcasmo), cojo el coche y me voy a Princesa, logro aparcar (milagro) y me voy a la sección de disco del Corte Ingles, que ahora es mucho más pequeña de lo que yo recordaba.


Les pido el disco, me ponen cara de ¿Que dices queeee?. Lo miran en el ordenador.. pues anda, dice que tenemos uno… lo buscan y…. No está. Me dicen que a lo mejor se ha vendido y no aparece en el ordenador o se ha devuelto al distribuidor (el disco lleva menos de dos meses en el mercado que yo sepa)…


Cuarto intento y final: Consulto en Amazon, me dice que queda uno y lo pido. Se supone que me llega mañana (no suele fallar) y mas barato.


Desde el principio sabía que tenía la opción de Amazon pero prefería comprarlo y llevármelo en mano (si lo hubiera pedido el primer día que tuve el antojo, hace mucho que lo tendría en mi poder) y además ayudar a las tiendas físicas que tanto protestan, pero para ayudarlas tienen que dejarse y desde luego este no ha sido el caso.


P.D. Os aconsejo el disco, bien grabado, buena voz y unas canciones preciosas. Podéis usar iTunes o Amazon para escuchar unos fragmentos y luego comprar donde más rabia os de.



domingo, 18 de agosto de 2013

Webs y webs

Hay webs en las que se nota que su usuario y dueño escribe cuando le apetece y le sale de las narices, como esta, y por tanto nunca estarán en lo alto de los rankings porque no recibirán las visitas suficientes.

Hay muchas otras, que merecen mi admiración, que publican a diario noticias, comentarios, análisis, pero todos ellos hechos con calidad y dedicación. Es el caso de Macsoluciones, TUAW, Lifehacker y muchas otras.

Pero existe un tercer grupo que son las destinadas a obtener visitas y gracias a ellas financiación a base de publicidad –no digo que las anteriores no lo hagan, pero no ponen la cantidad de visitas por encima de todo– que publican cualquier cosa con tal de tener nuevos contenidos constantemente y a ser posible contenidos que atraigan visitas aunque no sean rigurosos o de interés real.

Una de estas páginas según mi punto de vista es: la de Marc and Angel y lo sorprendente (o no tanto) es que ha conseguido centenares de miles de visitas.

Lo cierto es que sus creadores, una pareja llamada Marc y su mujer Angel, han sabido pillar el rollo de las necesidades de las personas estresadas por la vida moderna y ofrecen consejos para liberarse de dicho estress. En realidad han conseguido pillar el rollo tan bien que ofrecen las soluciones como sacadas de una máquina de hacer churros. Si dejamos nuestra excitaciòn a un lado y examinamos su web con imparcialidad, observaremos como funciona la máquina de producir artículos:

- Siempre utilizan un número en el título: "8 cosas de las que has olvidado estar agradecido", "Una pregunta que debes hacer a cualquier persona que conoces", "6 cosas de las que te arrepentirás hoy". Por lo visto meter un número enunciando cuantas cosas va a descubrir el lector aumenta las visitas.

- Esta orientada a nuestras inseguridades: si examinas los artículos anteriores hablan de lo que olvidamos agradecer, de lo que nos vamos a arrepentir, etc.

- Naturalmente se trata de la "autorealización". Es mucho más fácil hablar de la autorealización que de informática, comunicaciones o física (aunque en estos campos también tenemos iluminados que pretenden imponer su verdad al mundo).

- Publican con regularidad de reloj. No hay nada mejor para mantener unos lectores cautivos que publicar de forma periódica. Si observar los artículos de esta web comprobarás que entre cada uno de ellos pasan 2 o 3 días , ni más ni menos. Resulta curioso que una persona (o dos) puedan tener una vena creativa tan bien medida, pero desde luego que les resulta útil para mantener clientes cautivos.

En realidad ellos mismos desvelan algunos de sus secretos en esta entrevista y sinceramente después de leer ese artículo y el resto de entradas de su blog, los he eliminado de mi radar de interés. No creo que haya nadie con tal capacidad creativa como para publicar artículos trascendentes cada mes, creo que son resúmenes de cosas sabidas o simplemente palabras huecas y prefiero mantenerme con otros contenidos no tan medidos para agradar (sin números ,publicados de páscuas a ramos, con contenido real y propio) pero más interesantes.

 

lunes, 24 de junio de 2013

Refritos

No es nuevo para nadie el que los guionistas americanos, tanto los de películas como los de series de televisión, utilicen como inspiración libros, comics, leyendas y cualquier idea peregrina que les surja cuando están en el trono.

También es viejo el que la aparición de una nueva película de éxito provoca que otros directores y productoras de menos calidad, éxito y presupuesto hagan películas con una gran similitud, por aquello de que a los espectadores que les ha sabido a poco la original, consuman estos refritos. (En ese apartado entran películas pornográficas con títulos curiosos como poco y ningún parecido guionístico con el original). Una curiosa variante de este aprovechamiento de la fama de la película original lo hace Antena 3, que cuando se va a estrenar una película de éxito en el cine, por ejemplo Titanic, búsca rápidamente en su archivo otra película similar pero mucho más antigua y la reprograma para que más de un inocente televidente se crea que es la misma.

Pero la columna de hoy no se basa en estos últimos casos, ni en los periodistas que emplean los libros, revistas, comics, videojuegos, etc. como fuente de inspiración, sino en los guionistas de series de televisión que utilizan otras series de éxito como fuente de inspiración. Naturalmente no son iguales, a fin de cuentas a los guionistas se les paga por tener imaginación, pero hay que destacar que no puede ser una coincidencia el que haya varias series de televisión en las que un personaje prestigioso por una u otra razón sea un colaborador con la policia con mucha libertad de acción, incluso les acompaña en detenciones (algo que nunca pasaría en la realidad) y además siempre surge un rollo sentimental entre un policía y este investigador. Así tenemos Bones, El Mentalista, Castle... y la verdad es que no se cual fue el primero, pero el parecido es claro.

Ahora se han añadido dos nuevas series que he de reconocer que me han gustado pero que han supuesto un rizar el rizo en el apartado de usar el tema de otras series. La primera es perception y trata de un profesor de universidad biólogo que colabora con una chica del FBI (por eso de la tensión sexual entre ellos), un argumento ya conocido, pero además este hombre es esquizofrénico y en muchos episódios adopta posturas y acciones que en cierto modo me recuerdan a un antiguo conocido: House, hasta llegar al punto de que en el episodio 9 de la primera temporada pide que le ingresen en un hospital siquiátrico como le paso a nuestro viejo conocido, el borde de Gregory House.

Pero para borde imitador nadie como el Sherlock Holmes de la serie Elementary, que agrupa diversos "inspiraciones" juntas: colabora con la policia, tiene tensión sexual (en este caso con Watson que es mujer), imite la bordería de House por aquello de que el tratar a la gente como si fueran basura atrae espectadores, es ex-drogadicto como aquel y además emplea la misma estratagema que la serie Sherlock de la BBC inglesa, plantea que nunca existieron los libros de Arthur Connan Doyle y por tanto a nadie le llama la atención el nombre de Sherlock Holmes.

Pero pensándolo bien, esto de rizar el rizo ya viene de antiguo, al final Bones además de colaborar con la policia y tener tensión sexual con el agente del FBI realizaba investigaciones científicas muy similares a las de CSI.

Lo que en resumen viene a indicar que nos tragamos lo que nos echen y que la creatividad es una materia mucho más escasa de lo que podríamos pensar.

 

domingo, 2 de junio de 2013

Emigración y emigración

En los años sesenta mis padres no tuvieron que emigrar. Afortunadamente mi padre, de orígenes humildes y pueblerinos –Daimiel para ser exactos– logró sacarse una oposición a la banca y convertirse en empleado del Banco Hispano Americano primero y del Banco de España después, lo que nos permitió vivir de forma desahogada.

Pero tengo amigos/as cuyos padres si tuvieron que emigrar a Suiza, y trabajar allí duro para salir adelante.

Era gente relativamente joven, recien casados muchos que, como los padres de mis amigos, tuvieron a sus hijos en el extranjero y les inscribieron en el consulado español para que sus hijos también fueran ciudadanos de nuestro país.

Ahora aparentemente estamos sufriendo el mismo efecto, una gran parte de nuestra juventud está emigrando al extranjero y muchos prohombres de nuestro país se atreven a comparar esta emigración con aquella de los años sesenta y piensan que al igual que aquella logró traer un dinero para hacer progresar a nuestro país, esta nueva ola de emigrantes hara lo mismo y sacará a España de la crisis del déficit y del Euro.

Pero creo que se equivocan (como se han equivocado como tantas otras veces) por varias razones.

En primer lugar la gente que emigró en los sesenta era mayoritariamente de nivel bajo de estudios, proporcionamos a Europa un gran número de albañiles, recolectores de fruta y mecánicos, mientras que una clase social con estudios (se decía así) se quedaba en España y creaba industria y progreso (con mayor o menor corrupción). Ahora mismo es esa clase formada la que está emigrando, Europa, América y Asia necesitan ingenieros. Por desgracia los paises del extremo oriente como China o Vietnam ofrecen obreros mucho más baratos que los españoles, así que nuestra clase obrera no puede emigrar, se tienen que quedar en España cobrando el paro y cuando se acabe... a tirar de los abuelos hasta que el estado no tenga para pagar las pensiones.

Pero mucho más preocupante, por si esto no fuera preocupante de por si, son los objetivos de estos nuevos emigrantes. La gran mayoría de ellos no piensan en irse de forma temporal, han entendido que España no tiene futuro para ellos en el corto, pero tampoco en el medio plazo y ven su país de destino como como su residencia permanente. Por ejemplo hace poco tiempo en un viaje a Dublín coincidi con un español que volvía a aquel país; se trataba de un especialista informático de soporte que había emigrado muy al principio de la crisis, ahora ya estaba establecido, había conocido a una irlandesa, se había casado y cuando volvía a España lo hacía para visitar a su familia, no pensando en volver. De esta forma el objetivo de nuestros gobernantes de que estos emigrantes se conviertan en una fuente de ingresos tampoco se cumple, ya que se los quedan para construir su futuro en dicho país.

Mentiría si dijera que tengo la solución mágica para salir de la crisis, pero a fin de cuentas soy un ingeniero y de lo que trabajo y por lo que me piden responsabilidades es por hacer proyectos telecomunicaciones, pero lo que me quema la sangre es que personas que se han presentado a las elecciones reconozcan que no saben plantear soluciones, o las que plantean son absolutos fiascos demostrados, porque a ellos si se les paga para buscar soluciones, pero parece que al contrario que en mi trabajo, en el que se me exige una responsabilidad en mis proyectos, a ellos no les pasa nada por malgastar (unos y otros) el dinero de los contribuyentes, contribuir al analfabetismo nacional, aceptar la corrupción y taparla de las formas mas burdas que se conocen y tantas otras barbaridades como la que me ha hecho escribir esta columna, enorgullerse de que las personas que realmente podrían hacer avanzar en este país se vayan para no volver.

 

martes, 30 de abril de 2013

Johnny Winter: demasiado viejo para el Rock'n'roll....

El pasado viernes actuó en La sala Marco Aldany de Madrid el mítico guitarrista albino Johnny Winter y alli que me fui con un amigo.

Inicialmente pensaba hacer que esta entrada del blog fuera una crítica de su música, pero al final he decidido cambiar la orientación.

La cola de entrada ya hacia presagiar que no iba a ser un concierto para jovencitos. A ninguno de los que esperábamos entrar nos iban a pedir el DNI cuando pidieramos una cerveza y una gran mayoría tenía canas o calvas (o ambas como en mi caso).

Sin embargo la introducción tocada por los tres infundió un ritmo en la sala que nos elevó el espíritu a todo el mundo con una promesa de rock y blues potente.... hasta que salió Johnny Winter.Igualmente cuando empezo el concierto, sin teloneros como suele ser habitual con estos músicos no excesivamente conocidos, y salieron los miembros de su banda, la "edad" empezó a estar clara. El batería Tommy Curiela totalmente calvo y el guitarra Paul Nelson y el bajo Scott Spray con unas esplendidas matas de pelo blanco.

En ese momento se me cayó el alma a los pies. Cierto que tiene 69 años, pero muchos otros músicos tienen edades similares –Eric Clapton tiene 68 años por ejemplo– y se conservan bien.

En cambio la persona que salió por un lateral del escenario era un viejecito encorvado que llevaba una guitarra de viaje, supongo que el peso de una guitarra normal era excesivo para él, y al que acompañaba el presentador para que no se cayera hasta una banqueta en la que se sentó y de la que sólo se levantó para una canción, permaneciendo sentado el resto del tiempo –hay que indicar que para los bises sacó una guitarra Jaguar, pero tamibén la tuvo que tocar sentado.

Lo peor, por el y por nosotros, no era que no pudera andar, sino que las manos adolecían de la misma vejez y que, por ejemplo, al coger una botella de agua, estas temblaban.

Igualmente el sonido, que no era excesivamente bueno tapaba la voz de nuestro ídolo. Inicialmente pensé que se trataba de un ingeniero de sonido poco competente, pero al final comprobé que el problema es que las cuerdas vocales de Johnny Winter habían seguido el camino de sus manos y malamente lograba entonar las canciones.Todo el concierto tuvo una marcha que hacia que se nos movieran los pies, pero para cualquiera que tuviera unos conocimientos básicos de guitarra la situación era envidiable: los sólos y punteos sencillos, muy sencillos, los hacia Johnny Winter, pero cuando eran más rápidos o complicados los realizaba Paul Nelson y Johnny se limitaba a rasguear los acordes.

Al cabo de la hora y media que duró el concierto, bises incluidos, ya tenía ganas de que terminara pero no por la música sino por ver sufrir a ese pobre anciano que intentaba volver a ser el guitarrista que fué, pero no obstante al terminar le aplaudimos con toda la fuerza aunque esto no hubiera sido un concierto de Johnny Winter, sino un pequeño homenaje al guitarrista albino.